La mar de sueños
que duermen bajo este cielo
pronto ha de despertar.
La marea de luces cesa,
el viento que golpea un poco,
todo es tan difuso a la madrugada...
Camino por las calles oscuras,
con árboles casi salvajes
y baldosas rotas en mis pies.
El silencio me cubre con placer,
la calma de la noche
y las pisadas rápidas.
En una esquina fría
donde se cruzan 3 calles,
descubrí una verdad,
acaricié un sueño de vigilia,
tomé en mis brazos mi corazón
y sonreí a las estrellas mis secretos.
El motor del tren vuelve,
la luz aparece a lo lejos, atravesando
como una espada la negrura.
El cielo azul resuelve aparecer.
La gente camina a la par conmigo.
Otra vez soy masivo,
Otra vez soy un pedazo de ciudad más.
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