No recuerdo un libro
gastado por el uso continuo
dentro de los límites
de mis paredes.
Tampoco, una hoja
escrita por demás
sobre alguna tonta
teoría de filosofar demodé.
Pensé, solamente eso.
Nada traduje a sistemas
complejos ni realizé
lecturas prolongadas.
Pensé en una hierba,
en una sonrisa emotiva,
en los cabellos amarillo azabache,
en el amor cautivo que habita mi alma.
Dediqué tiempo e imaginación
en tus labios, ¿cómo serán?
En tu cuerpo, ¿cómo será al tacto?
En tus ojos ¿cómo serán de profundos?
Solo me dediqué a apreciarte.
Nada de teorías y arquitecturas.
Sólo me dediqué a a quererte,
con el dolor de no tenerte.
Dedicado a Flor
ResponderEliminarY parece poco y sin embargo es mucho más de lo que podamos imaginar.
ResponderEliminarVos lo escribiste? muy bueno
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